Syngenta / AGD / CONICET
El proyecto “Paisajes Multifuncionales” que Syngenta y AGD llevan adelante en Córdoba, en colaboración con investigadores del CONICET, comienza a mostrar resultados medibles. En el cultivo de maní se logró un 25% más producción en lotes expuestos a los polinizadores. Además, la preservación de la biodiversidad abre la puerta a nuevos conocimientos agrícolas.
Nuevamente la empresa Aceitera General Deheza (AGD) abrió las puertas del Establecimiento El Manantial para conocer los avances del tercer año del Programa “Paisajes Multifuncionales” que promueve Syngenta y que cuenta con la colaboración de investigadores del CONICET.
El establecimiento El Manantial está ubicado a 10 kilómetros de La Carlota, posee cerca de 8.000 hectáreas que se reparten entre el maíz, soja, trigo y maní. Este campo cuanta con certificación RTRS y desde el año 2016 son proveedores sustentables de maní de Unilever.
Beneficios sustentables:
Los paisajes multifuncionales son áreas no utilizadas por los productores en la que se maneja la vegetación nativa y naturalizada con el propósito de proveer hábitat y fuente de alimento a la vida silvestre. Para la creación de estos espacios se utilizan caminos, franjas junto a los márgenes de los lotes, esquinas de lotes, bordes de curso de agua, áreas cercanas al casco o bosques y montes de la zona.
Según explicó Guillermo Delgado, Jefe de Negocios Responsables y Sustentables de Syngenta para Latinoamérica Sur, “esta estrategia tiene cuantiosos beneficios para la agricultura, entre ellos: aumenta la población de polinizadores, contribuye a la regulación de las plagas, aporta herramientas para el manejo de malezas resistentes, crea un hábitat para pequeños mamíferos y aves, contribuye a la reducción de la erosión de los suelos, ayuda a proteger valiosos recursos hídricos, mejora el rendimiento de los cultivos dependientes de los polinizadores y su calidad y rentabilidad, y reduce costos asociados a servicios de polinización”.
25% de diferencia para los polinizadores en maní:
Uno de los oradores presentes en la recorrida fue el investigador Leonardo Galetto, miembro de CONICET y uno de los profesionales a cargo de monitorear el proyecto, quien se refirió a las variaciones en el rendimiento del maní considerando el efecto de los polinizadores y el manejo sustentable. “En este establecimiento, y luego de 3 años de trabajo, constatamos una gran diversidad de plantas: 30 familias botánicas, 85 géneros y más de 100 especies (57 nativas)”.
“Este año nos propusimos evaluar el efecto de los polinizadores sobre el rendimiento en maní en lotes con manejo sustentable (polen, cantidad y calidad de semillas y aceites producidos), siendo que
la planta de maní tiene flores que se auto polinizan. Para lograr una medición correcta realizamos un experimento a campo en parcelas de plantas aisladas de polinizadores (se utilizó cobertura total y parcial con voille) para luego compararlas con parcelas expuestas. La semilla utilizada fue una variedad oleico de Semillero El Carmen de General Cabrera. La primera conclusión arrojó que las plantas que estuvieron aisladas completamente de los polinizadores produjeron un 25% menos que las expuestas. Estos datos fueron ya present
ados en la Reunión Nacional de Maní que tuvo lugar el 19 de setiembre pasado en General Cabrera, Córdoba”, disparó.
Producción con suelo vivo durante todo el año:
“Hoy en día es clave mantener o incrementar la biodiversidad en los lotes, producir bajo un régimen de intensificación ecológica, planificar el paisaje del agro-ecosistema a escala de lotes pero también a escala regional”. Esta afirmación le pertenece a Julio Protti, Responsable de producción de campos propios de la empresa AGD, quien además se explayó sobre el cambio de paradigma en la producción que significó sumarse al proyecto de Syngenta.
“Es importante variar el paisaje, variar las flores, siempre produciendo, intensificando el sistema pero manteniendo la salud del suelo
y la diversidad de la zona. En este establecimiento tenemos el 100% de suelo vivo todo el año. Es un cambio cultural importante. Preservamos el agua mediante cultivos de cobertura (centeno y vicia), y desde hace 15 años tenemos una política de rotación de cultivo incluyendo al maní en el sistema agrícola sustentable. Empezamos con los cultivos de servicio hace 5 años. Con vicia logramos una importante fijación de nitrógeno en el suelo y producción de materia seca en un momento donde el agua tiende a evaporarse. Realizamos siembra aérea de estos cultivos para el control de malezas. Disminuimos la utilización de productos fitosanitarios y el único momento en que hacemos un barbecho químico es para desecar el centeno”.
En uno de los lotes visitados Protti explicó la transformación de un espacio que tenía varios focos de desertificación por la presión agrícola, y que luego de 3 años luce completamente distinto. “Un lote donde el año pasado hicimos maíz y luego de la vicia volveremos a sembrar maíz. En este establecimiento ahora estamos sembrando sojas convencionales, hemos reducido la utilización de insecticidas y avanzamos en la generación de nuevos conocimientos, a tal punto que muchas veces los asesores tienen la capacidad de medir plaga pero no tenemos la capacidad de medir los enemigos naturales que contrarrestan esa plaga objetivo. Producir preservando la biodiversidad nos invita a un cambio cultural muy valioso”, afirmó.