Huertas urbanas

Huertas urbanas

En la ciudad también podemos producir nuestro propio alimento y, a su vez, contribuir con la biodiversidad… ¿Cómo? Con huertas. No importa el espacio disponible, si vives en una casa o en un departamento, si tienes balcón, terraza o jardín, sino las ganas de contar con frutas, verduras y aromáticas cosechadas con tus propias manos. Y si es en compañía de familia, amigos o vecinos, ¡aún mejor!

Para Juana Guimarey, creadora de La Juanita Huertas, Ingeniera Agrónoma, especializada en huertas desde hace más de 6 años y amante de la naturaleza, hay muchos tipos y formas de huertas: las grandes, las chicas, las que tienen muchas variedades de cultivos o las que tienen unas pocas especies. Lo importante no es tanto el lugar que uno tenga disponible o el tipo de huerta, si no las ganas de tener una en casa y empezar a cultivar nuestros propios alimentos, ya sea para autoabastecernos o para poder cosechar, aunque sea el orégano que le vamos a poner a la pizza…

Estrategias para promover biodiversidad en las huertas

Además de incorporar variedades hortícolas de legumbres (porotos, las habas, lentejas y las arvejas), hortalizas de hoja (acelga, la espinaca, la lechuga, perejil, entre otras), cultivos energéticos (maíz, papa, batata y remolacha) y hortalizas de fruto (pepino, calabaza, zapallo, tomate, pimienta, berenjena, entre otras), es necesario incorporar otras estrategias que nos ayuden a multiplicar los seres vivos presentes en la huerta para promover la biodiversidad tales como el uso de plantas aromáticas y flores; la construcción de hábitats para polinizadores y la disponibilidad de agua limpia.
La biodiversidad en la huerta, además de tener en cuenta la cantidad de especies y variedades vegetales presentes que realizan aportes desde el punto de vista nutricional (tomates, lechugas, repollos, pimientos, etc.), debe considerar otros organismos vivos, tales como insectos, hongos, bacterias, aves, lombrices, e incluir también especies que no se consumen como ser plantas ornamentales y vegetación espontánea (“malezas”, “yuyos”).

Plantas ornamentales: Se recomienda incorporar flores no sólo en la cabecera de los bancales, sino también intercaladas en los cultivos. Además, se pueden sumar cactus, crasas y arbustos que embellecen la huerta; en especial, plantas nativas de los alrededores. Las plantas ornamentales pueden ser utilizadas como cercos vivos delimitando la huerta, o a modo de “biotopos” en sectores limitados dentro o próximos a la huerta. Son ideales los copetes o clavelito chino (en el verano) y caléndulas (en el invierno) en los bordes de los canteros. Todas estas plantas no comestibles constituyen nichos para diferentes insectos y organismos tales como abejas, avispas y moscas que actúan como polinizadores y/o reguladores de otras plagas y enfermedades.

Plantas aromáticas: las aromáticas tales como el orégano, menta, ruda, albahaca, salvia, romero, tomillo, perejil, ajenjo, entre tantas otras, producen olores generando un clima químico variado y diverso; permiten distintas agrupaciones de especies y actúan como amortiguadoras de las poblaciones de insectos ya sea para atraer insectos benéficos o para actuar como repelente, a la vez que pueden utilizarse en la cocina.

Casa/hotel de insectos: son estructuras, hechas a base de madera no tratada y "amuebladas" con elementos naturales tales como ramas secas, cañas, pequeños troncos con agujeros, piñas o cortezas que se utilizan para ofrecer refugio a distintos insectos que pueden actuar como reguladores de otros (predadores, parásitos) y polinizadores como ser avispas, abejas, mariquitas y abejorros. Conviene ubicarlas elevadas y muy cerca de la periferia de la huerta.

Puntos de agua limpia: Los estanques, fuentes y/o pozos ofrecen disponibilidad de agua para polinizadores como las abejas o la reproducción de predadores como los odonatos (libélulas y “alguaciles”). También sapos y ranas contribuyen al control de orugas, tucuras y caracoles, entre otros. Las fuentes de agua también son un punto de atracción para aves a las que se puede ver más de cerca. Deben ubicarse estratégicamente y recibir sol directo de entre 4 y 6 horas al día para que puedan desarrollarse plantas acuáticas también.

Huertas urbanas familiares

En las huertas urbanas, la biodiversidad contribuye a procesos y servicios biológicos que aumentan la productividad a largo plazo, favorecen la auto-regulación de plagas y enfermedades. Otros aportes son: reducción de huella ecológica y emisiones de CO2, gestión de residuos orgánicos, conservación de la biodiversidad y el mayor contacto con la naturaleza que contribuye en la disminución del estrés.

La creadora de La Juanita Huertas nos aconseja elegir espacios que tengan buen sustrato; que preferentemente cuenten con más de 4 horas de sol por día para que las plantas puedan crecer sanas y que tengan buen acceso al agua.

Tener una huerta en casa es mucho más que tener verduras frescas y de estación. Es tener una actividad al aire libre, en familia, donde todos tengan un rol y puedan participar. Es volver a ser seres naturales, a conectarnos con la madre tierra y así, poder conectarnos con nuestro interior. Es colmar con más vida nuestro hogar, comenta Guimarey.

Todos podemos tener una huerta en casa, hay que animarse y empezar a cultivar con tiempo y dedicación.

Fuentes consultadas:
https://inta.gob.ar/noticias/la-importancia-de-la-biodiversidad-en-la-huerta-familiar-y-como-incrementarla-0
https://inta.gob.ar/noticias/biodiversidad-en-la-huerta
http://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1129811/
https://inta.gob.ar/noticias/funcion-de-las-plantas-aromaticas-en-la-huerta-agroecologica
https://supercampo.perfil.com/2016/11/las-hierbas-aromaticas-y-su-rol-en-la-huerta/
https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/que-es-hotel-insectos-que-sirve-como-nid2376429/