Argentina produce anualmente 1,8 millones de toneladas de manzana y pera. Uno de los factores que influyen en la productividad de la cosecha, además del riego, los nutrientes y las plagas, es la polinización.
Teniendo en cuenta la importancia del buen transporte de polen, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Negro estudia el desarrollo de tecnologías para cambiar el método de producción de peras y manzanas en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, y lograr mejor cantidad y calidad de esos frutos a través de la optimización de la polinización.
El proyecto vincula dos sectores productivos: el sector apícola, que al instalar las colmenas en los campos obtienen miel y, por otro lado, al sector frutícola que al recibir las colmenas aumenta la calidad y cantidad de la producción de manzanas por una mejor polinización.
Los investigadores están evaluando distintos métodos de manejo de las abejas melíferas. La pera y la manzana florecen temprano y muchas de las colmenas que se llevan a las chacras no tienen la sanidad apropiada, una reina con genética adecuada ni el tamaño poblacional necesario para polinizar correctamente. Luego, resulta necesario establecer protocolos de estandarización de lo que serían las buenas colmenas. Ellos comparan el manejo tradicional con estandarizado para evaluar qué combinación de número y disposición espacial de colmenas son necesarias en las chacras.
Se optimiza la polinización a través de cambios en el manejo de las colmenas de la abeja melífera y de la incorporación de abejorros nativos.
¿Los ambientes saludables pueden potenciar la producción?
Sí, si se fomenta la diversidad de especies silvestres en las chacras. Se busca mejorar la calidad de las frutas a través de la polinización porque esta aporta un mayor contenido de azúcares y mejores formas.