En Uruguay y en el mundo, los cambios asociados a la intensificación agrícola han llevado a que los paisajes rurales vean reducida la biodiversidad. Al existir menos vegetación nativa y menos hábitat para la vida silvestre, sobreviene una lista de consecuencias que terminan afectando tanto al medio ambiente como al negocio. Para contrarrestar con esta realidad, en los últimos años surgieron iniciativas que buscan generar un cambio.
En Uruguay, la empresa agrícola Syngenta y un conjunto de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República trabajan para fomentar la generación de paisajes multifuncionales. Su programa Paisajes Multifuncionales (PM) busca promover la biodiversidad de polinizadores en paisajes agrícolas alrededor del mundo, evaluando distintas combinaciones de vegetación nativa, con predominancia de especies florales. Desde hace 16 años PM trabaja a nivel mundial con productores para preservar espacios de sus campos, convirtiéndolos en lugares clave para la recuperación de los polinizadores. Una de las bases es no aplicar productos químicos en el terreno que separa las líneas de cultivo: allí crece una variedad de vegetación nativa que aporta muchos beneficios. La biodiversidad en los campos agrícolas aporta muchos beneficios: además de aumentar las poblaciones de polinizadores, permite crear un hábitat para pequeños mamíferos y aves, contribuye a la reducción de la erosión del suelo y ayuda a proteger recursos hídricos. En cuanto a la producción agrícola, mejora el rendimiento de los cultivos, así como su calidad y rentabilidad, mientras reduce costos asociados a servicios que podrían ser contratados para la polinización . Estela Santos, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República que participa en esta iniciativa, explicó que estos “refugios” que se forman entre los cultivos albergan “una cantidad de bichos que cumplen diversos roles en la naturaleza, porque viven en el suelo, desintegran materia orgánica, es algo mucho más complejo que ver las flores allí. Abajo del verde hay un montón de bichos que son controladores biológicos, arañas que eventualmente se comen a las plagas, es un espacio vivo”. Guillermo Delgado, jefe de Negocios Responsables y Sustentables de Syngenta, sostuvo que “la producción puede ir de la mano de la sustentabilidad y de la biodiversidad, no son antagonistas. Se pueden complementar perfectamente”. Agregó que “para muchos productores esto (el espacio entre las plantaciones, que con su programa está lleno de vegetación nativa) es un lote lleno de malezas, pero para nosotros es un corredor biológico. Por ahí van los insectos polinizadores y es un paisaje multifuncional porque da más funciones que solamente el anidar insectos. Ahí es un lugar donde hay interacción entre ellos, donde el agua se infiltra hacia las capas de debajo de la tierra, lo que ayuda a regular la temperatura. Acá lo vemos y parece común pero si lo contrastamos con otros paisajes similares vamos a ver que esos están todos pelados”.
La empresa familiar Pigato es una de las uruguayas que trabaja con paisajes multifuncionales y es un modelo de lo que el programa PM busca implementar. Tienen 40 años en el rubro de la fructicultura y producen principalmente manzanas, aunque también tienen peras, duraznos y ciruelas. Con sus 65 hectáreas ubicadas en la zona de Progreso, Canelones, siempre se caracterizó por ser pionera y apostar a la innovación y la tecnología con responsabilidad medioambiental. Uno de sus integrantes, Sebastián Pigato, explicó en un recorrido por el establecimiento que el objetivo es apostar a mejorar la producción, para llegar al consumidor con un mejor producto y también cuidar al medioambiente. “Estamos tratando de descubrir nuevas cosas, de avanzar y estar abiertos, porque siempre se puede aprender un poco más”, señaló. Por eso, dijo que “con mucho gusto cedimos nuestro predio para que se fueran haciendo pruebas y ensayos”. Pigato dijo a El País que si bien hace solo unos meses comenzaron a trabajar con el programa, intuitivamente ya se perfilaban por este camino de la biodiversidad desde hace varios años: “Ya veníamos tratando de hacer algo con este tema, pero ahora nos estamos informando y recabando datos científicos”. De la mano de los paisajes multifuncionales hay básicamente dos grandes beneficios, además del asunto de la polinización. El productor explicó que se bajan los costos, ya que, por ejemplo, “son menos horas de tractor, menos horas de personal”, así como una menor cantidad de combustible y desgaste de maquinaria. Y también es bueno para desviar los insectos que pueden ir hacia la fruta: “Los insectos están entretenidos abajo y no van arriba donde está la fruta”. En cuanto al aumento de la abundancia y riqueza de los insectos polinizadores que ha permitido el programa PM, se ha comprobado científicamente que los lotes de flores silvestres o de vegetación nativa debidamente gestionada albergan una gran cantidad de abejas, mariposas y otros insectos, contribuyendo a una mayor polinización de las zonas cercanas. Santos explicó la importancia de los polinizadores: “La flor es el órgano reproductivo de la planta y allí están los óvulos esperando a que vengan granitos de polen, que son la parta masculina que se produce en otra parte de la flor”. Allí es donde entran en juego los insectos, que transportan el polen, y por eso hay que procurar su presencia. Santos, de la facultad de Ciencias, explicó que “la manzana, por ejemplo, son 100% dependiente de estos insectos polinizadores. Hemos hecho varios estudios en Uruguay y sabemos que sin abejas , que es el principal polinizador de esta fruta, no se puede producir manzanas. Y nuestro país produce 40 mil toneladas por año. Para hacerlo precisamos insectos en el ambiente y los productores lo tienen claro”. La investigadora contó que además se toman otras medidas puntuales para cuidar la fruta de plagas, pero utilizando la menor cantidad posible de productos químicos. Para eso usan trampas de feromonas que cuelgan de las plantaciones. Santos añadió que un aspecto a tener en cuenta es que a las abejas , principales polinizadores, se les deprime el sistema inmune si no mantienen una dieta diversa: “Por eso es super valioso que haya riqueza de especies, hay que dejar que crezcan espontáneamente o plantar diversidad de semillas porque tenemos estudios hechos en Uruguay respecto a la dieta de las abejas y sabemos que el polen de cada planta tiene proteínas diferentes”. Delgado, de Syngenta, destacó la importancia que tiene el programa de Paisajes Multifuncionales: “Es buenísimo poder hacer algo que aporta al medio ambiente, sin perjudicar a la parte productiva, porque acá no hay que sacrificar nada”.
FUENTE: Diario El País Uruguay. 02 Diciembre 2019