La producción, la calidad y la estabilidad de muchos cultivos, incluido el girasol, aumenta por la presencia de polinizadores que, en su mayoría, nidifican y obtienen recursos florales de los fragmentos de hábitat seminatural presentes en el paisaje.
Un grupo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) estudió cómo interactúan los cultivos de girasol con sus visitantes florales, en General Villegas, provincia de Buenos Aires. Se trata de un paisaje de la Región Pampeana sometido a uso agrícola extensivo, donde el cultivo de girasol coexiste con la vegetación espontánea de un borde de cultivo.
El estudio demostró que:
- Un grupo de abejas nativas dominó el elenco de visitantes florales.
- La tasa de visita de Apis mellifera al girasol cayó hacia el interior del lote.
- Los recursos florales del borde del cultivo que utilizan los polinizadores nativos son, en su mayoría, de origen exótico.
Los bordes de cultivo son de gran importancia para el sostenimiento de las poblaciones de polinizadores del cultivo de girasol.